¿Es verdad que la pasta blanca engorda?
Es el alimento preferido al iniciar una dieta, la mejor opción que tienes para mantenerte ligero o cuando tienes malestar estomacal leve. Sin embargo, el pasta blanca puede que no sea tan "inofensivo" para la balanza como se cree. Lo que conocemos como un hecho es su contribución calórico, que son unas 360 Kcal por cada 100 gramos (peso crudo): en definitiva, para un alimento sin condimentar, ya empiezas con una cantidad considerable de azúcares. LA carbohidratosde hecho, que en el simple pasta blanca representan el 80% del producto, no son más que azúcares potencialmente dañinos para nuestra salud. Pero veamos en detalle y más a fondo por qué la la pasta en blanco engordacómo consumirlo conscientemente y algunos mitos a desmentir.
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Carbohidratos: ¿enemigos o amigos?
pensar que yo carbohidratos son "gordos" no es del todo correcto, de hecho. Realmente la cantidad de grasa presente en el carbohidratos es practicamente nulo. ¿Qué problema representa entonces uno simple pasta blanca ¿por nuestra salud? Simple: la presencia de azúcares. Como ya hemos comentado, los azúcares presentes en carbohidratos son absorbidos por nuestro intestino provocando un aumento directo del azúcar en la sangre, un dato significativo para entender cuántos azúcares están presentes en la sangre. Consumo excesivo de carbohidratos por tanto implica un valor glucémico elevado, lo que desencadena la subida de la insulina en el organismo y que, a la larga, puede ser realmente perjudicial para la salud. Solo piense en enfermedades de resistencia a la insulina o la aparición de diabetes tipo 2.
El primer secreto: ojo con las cantidades
Afirmar que uno simple pasta blanca es dañino es quizás excesivo, pero habiendo ilustrado las consecuencias directas que yo carbohidratos tienen sobre el organismo, es legítimo decir que el secreto está en la cantidad y frecuencia con que se consume pasta. LA carbohidratos liberados en el cuerpo, de hecho, pueden realizar tres funciones distintas:
- producir energía química
- sedimentar en forma de glucógeno
- convertirse en grasa
Al consumir cantidades pequeñas y calibradas de carbohidratos, por tanto, seremos capaces de producir la energía adecuada para ser consumida a lo largo del día sin excedernos en azúcares y sin peligros para la salud. Por el contrario, una cantidad superior a la media -añadida al consumo de azúcares que se encuentran en otros alimentos- puede hacernos Poner peso importantemente.
Comprender y entender el consumo excesivo
Se dice que “yo carbohidratos hacerte feliz”, un dicho popular que es cierto… solo en parte. Si la sensación de satisfacción y saciedad que proporciona un plato de pasta blanca ciertamente superior a una ensalada, es igualmente cierto que inmediatamente después de haber comido un festín de carbohidratos a menudo nos sentimos cansados, débiles y con sueño. No son sensaciones a subestimar y, sobre todo, no son casuales: la fuerte bajada de azúcar en sangre -también llamada hipoglucemia posprandial- no solo nos hace sentir sin fuerzas, sino que aumenta la sensación de hambre. Esto significa que, como consecuencia de una bajada importante de energía, también querremos comer más. Un feo círculo vicioso que corre el riesgo no solo de hacernos Poner pesosino también a desarrollar patologías como la arteriosclerosis y la diabetes.
Elegir las cantidades correctas (y coberturas)
Parecería que el "secreto" está en las cantidades de nuestro plato de pasta blanca, pero también es bueno analizar las posibles criticidades dictadas por los condimentos. para hacer el cuerpo blancoque, como hemos visto, ya parte de una base calórico alto, se suele optar por un poco de mantequilla, pensando en quedarse en la luz. Nada podría estar más mal: 25 gramos de mantequilla y 80 gramos de pasta solo alcanza 470 kcal, o 1/3 del requerimiento calórico la vida cotidiana de un adulto con un estilo de vida sedentario, como el que se puede tener cuando se trabaja en una oficina.
El verdadero secreto: aliarse con las proteínas
Lo descubrimos como un simple plato de pasta blanca no es tan “light” y saludable, pero no debemos renunciar a mimarnos cuando nos apetezca carbohidratos. Simplemente, debe aprender a equilibrar adecuadamente los alimentos dentro de un plato, agregando aquellos que son capaces de reducir su ingesta glucémica: proteinas. Un plato de pasta aderezado con tomate y carne picada magra, por ejemplo, nos aportará una digestión más lenta y, sobre todo, una ralentización en la absorción de azúcares, por lo que no provocará variaciones en la glucemia. Aquí hay algunos ejemplos perfectos para vestir el tuyo pasta de forma equilibrada y saludable:
- tomate atun
- pollo y pimientos
- champiñones y calabacín
- con carne picada magra y calabacines
- con salmón y perejil
Cantidad, proteínas y una dosis justa de conciencia: una nueva -sana y correcta- forma de consumir un plato básico y sencillo, como es el de pasta blanca.
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